lunes, 23 de diciembre de 2013

Capítulo 2.

Capítulo de la primera temporada: http://nobodycomparesatyou.blogspot.com.es/2012/12/capitulo-2.html

*

Andaba con la mente en blanco por la calle. Mi camiseta de tirantes era demasiada ropa para llevar en un día tan bochornoso como hoy.

Aún no había podido salir del shock que me tocaría vivir. ¿Ser el profesor de matemáticas de mi cuñada? Si era así como podía llamarse.

Agité mi cabeza intentando ser lo más objetivo posible. No quería juzgar a nadie y verlo desde la perspectiva que debía de ser.

Yo quería a Anne, ¿No? Si esto era a lo que me exponía por estar con ella, debía de hacerlo.

Aún así, en mi cabeza no cogía la idea de tener que ser simpático y poner buena cara a la hermana tan rara de mi novia. ¿No había otra opción? No, debía de ser esa.

Puse mis ojos en blanco y empecé a andar más rápido, el calor ya era insoportable.

Minutos después, llegué a los pies de la arena de la playa. Ahí estaban todos mis amigos esperándome como de costumbre.

-Tío, ¿Alguna vez en tu vida podrás ser puntual? – Preguntó Zayn.
-Yo también me alegro de verte, Zayn. – Contesté.

Todos se rieron de nuestro peculiar saludo y chocamos nuestras manos.

-¿Os apetece un partido de volley? – Propuso uno de nosotros.
-Claro. – Dije.

No costó demasiado convencer a los demás y, segundos después, emprendimos camino hacia la red que estaba libre. Yo estaba constantemente peleándome con mis zapatillas mientras atravesaba la arena, como de costumbre.

-Mirad. – Nos susurró Zayn a tres de nosotros.

Fruncí el ceño y le seguí con la mirada al chico, el cual aprovechó el despiste de Tom para ofrecerle una gran colleja.

Todos nos rompimos a reír cuando vimos que se invadieron en una pequeña carrera. Les seguí de nuevo con la mirada, pero esta vez fue a parar algo un poco más sorprendente. Me paré algo en seco y, dos segundos después, retomé el paso.

¿Esa chica que se estaba dando el protector solar tan sonriente no era _____? Mis ojos se agrandaron tres centímetros por segundo transcurrido mientras mi mente se quedó en blanco.

Sin embargo, mis pies continuaron andando. Normalidad, normalidad. Que no me saludase, que no me mirase. Ya tenía suficiente con tener que ir todos los días a “enseñarla” matemáticas.

Su mirada se levantó y mis ojos dieron con los suyos. Inmediatamente retiré la mirada y sacudí levemente mi cabeza.

Oh, mierda. Estaba quedando como un idiota.

Miré de reojo de nuevo y ella permanecía revisándome de arriba abajo, mientras sus otras dos amigas se reían mientras se echaban el protector, sin darse cuenta de lo que estaba pasando entre su amiga y yo. 

No entendí bien por qué esperaba un gesto mío. Si apenas la conocía de media hora. ¿Acaso el ser su profesor de matemáticas me ataba a preguntarla y saludarla como si fuésemos amigos de toda la vida cada vez que la veía? Una cosa no justificaba la otra.

-Hey, Niall. ¿Estás bien? – Preguntó Zayn, sofocado.

Sacudí mi cabeza y miré a mi amigo.

-Sí, sí. ¿Por qué no iba a estarlo?

Le di un pequeño golpe en la espalda y ambos sonreímos.

-¿Al final pudiste con Tom? – Pregunté.
-Claro, ¿Qué esperabas? Yo puedo con todo el mundo.
-¿Ah, sí? ¿Incluso conmigo?
-Contigo más, Nialler.
-¿Me has llamado Nialler?
-Tío, corre. – Se escuchó decir a uno de nuestros amigos.

Su puño aterrizó en mi estómago despacio y yo agrandé los ojos mientras que me puse a correr detrás de él. 
Su agilidad corriendo no se comparaba con la mía, y se escapaba siempre de mí.

-¡Eh, parad! – Exclamó Tom.

Ambos paramos inmediatamente y, sofocados, empezamos a pegarnos de broma.

-Vamos, colocaros. – Exigió de nuevo Tom.

Quité mi camiseta de tirantes dejando solo el bañador verde como única prenda en mi cuerpo. También me puse las gafas de sol para que pudiese ver el balón.

Empezamos la partida y miré discretamente al sitio donde estaban _____ y sus amigas, pero no había rastro de ellas.

Mi mirada empezó a buscarlas, sin ninguna razón en concreto, y las encontré metidas en el mar, todas mirando en la misma dirección: Yo.

Fruncí el ceño mientras di al balón para pasarlo al otro campo. ¿Por qué me mirarían?

Decidí centrarme en el juego y comencé a meter puntos al otro equipo. La constante celebración de Zayn y los demás, les irritaba hasta el punto de llegar a desconcentrarse totalmente.

Mi mirada de nuevo se dirigió a ______. Estaba saliendo del agua e iba corriendo a algún sitio. Su rostro iba acompañado de una preciosa sonrisa, como la de Anne. Eran realmente parecidas.

-¡Niall! – Protestó Jordan.

Le miré sobresaltado y su frente estaba arrugada.

-¿En qué demonios estás pensando? Ese punto ha sido el más fácil de toda la partida.

Vi como Tom y los de su equipo celebraban uno de sus pocos puntos y me disculpé. Ahora sí que tenía claro que no debía desconcentrarme.

¿En qué estaba pensando? ¿Por qué esa cría y todas las de su grupo me miraban tanto? De verdad me desconcertaba e irritaba. Más que nuestras celebraciones a nuestros contrarios.

Unas nubes negras y un viento que levantaba con todas sus ganas la arena, nos interrumpieron el juego. Decidimos recoger todo y volver a casa.

-Niall, yo tengo la bici. ¿Quieres que te lleve? – Propuso Zayn.
-Sí, por favor. – Contesté.

Todos corrimos hacia las bicicletas y nos montamos en ellas. Zayn en el sillín y yo atrás, de pie.

Empezamos a callejear, Zayn decía que era todo más rápido.

Nos acercábamos a la zona en la que vivía Anne, y rezaba porque su madre no saliese en cualquier momento.

-¿Vas cómodo? – Preguntó Zayn.
-Sí. – Contesté.

El chico asintió con la cabeza y empezó a pedalear más fuerte.

-Mira aquella chica, ¿Qué diablos está haciendo? – Preguntó.

Mi sonrisa me delató y me fijé que de verdad hacía algo raro con una toalla en la cabeza.

-Vamos a reírnos un rato. – Sugirió Zayn.

Este aceleró todavía más, cambiando las marchas.

-¡Qué guapa! – Gritó Zayn con ironía.

Su destacada carcajada me contagió, pero solo por un milisegundo. Cuando aquella chica se quitó la toalla de la cabeza, me di cuenta de que era ______. ¡Oh, no! ¿La habría cagado?

-¡Joder, Zayn! – Exclamé.
-¿Qué? – Preguntó aún sonriente.
-¡Esa es la hermana de mi novia!
-¿Y? No pasará nada, tío.

Fruncí el ceño y miré hacia el suelo, mirando como la velocidad de las ruedas iba casi más rápido que el sonido o la luz.

Siempre habíamos sido así, ¿Por qué no me sentí bien al hacérselo a ella?

***
Al día siguiente.

-Buenos días, Niall. – Dijo la madre de Anne, algo seca, en la entrada de la casa.
-Buenos días, señora. – Contesté.

Mi mente tenía un subconsciente que rezaba porque ayer ______ no les hubiese dicho nada sobre nuestro comportamiento tan infantil por la tarde con ella.

-¿Dónde está _____? – Preguntó Anne a su madre.
-Creo que aún no se ha despertado. Iré a avisarla de que ya estás aquí, Niall. – Dijo.

Asentí con la cabeza algo avergonzado. La señora comenzó a subir las escaleras y yo miré a Anne, que tenía esa magnífica sonrisa en su rostro, como de costumbre.

-¡Hola, cielo!

Sus labios se apoyaron en los míos ofreciéndome un casto beso. Se lo devolví y rápidamente ambos nos alejamos.

-Ven. – Me invitó.

Cogió mi mano y me condujo por el pasillo hasta llegar a la puerta del salón. Cogió de los pomos y la abrió. Un fresco aire del aire acondicionado me invadió, cosa que agradecí.

-Puedes tomar asiento. – Me propuso Anne.
-Gracias. – Le agradecí.

La chica se sentó a mi lado y la miraba encantado. ¿Por qué demonios me parecía tan preciosa? ¿Por qué la quería tanto? Estaba dispuesto a hacer esta absurdez por ella, ¿Enserio solo la quería?

-¿Estás nervioso? – Preguntó Anne.
-Algo. – Confesé. – Nunca he tratado con muchas chicas, siempre suelo estar con chicos y no sé cómo comportarme.
-Compórtate como si fuese un chico que acabas de conocer. – Me propuso.
-¿Enserio debo de comportarme así? – Pregunté, no muy seguro de que debiese de hacer eso.
-Sí, claro. Haz como si ella fuese un chico, algo más pequeño.
-Pero Anne, yo cuando conozco a alguien soy algo…
-He conseguido un trabajo en una tienda del paseo marítimo. – Me interrumpió. – Así mientras estéis estudiando no os molestaré.
-¿Trabajo? – Reclamé.
-Sí, cielo. Trabajo.  ¡En una tienda! Estaré encantada.
-Pero… No hace falta que te vayas.
-Será lo mejor para los tres.

Algo en la puerta del salón hizo que ambos nos sobresaltásemos. Era _____, y todo el zumo que llevaba en la mano se había derramado por la alfombra del salón.

Me sorprendí al ver que, esa chica, además de rara era algo torpe.

Su cara era de total sorpresa y creo que sus ojos pedían a gritos que la tierra la tragase. Yo estaba totalmente sorprendido. ¿De verdad tendría que estar una hora diaria con ella? Creo que no compaginaríamos nunca.

-¿Qué ha pasado? – Anne se acercó alarmada. - ¿____?
-Lo… lo siento… - Se disculpó la chica.
-Iré a por la fregona. Vosotros mientras iros acomodando.  – Dijo Anne.

Mis ojos se abrieron cuando vi que me tocaba quedarme ya solo con ella. Me miró buscando una mirada de complicidad, pero no pude correspondérsela. Estaba totalmente aislado. No sabía cómo debía de comportarme con ella. ¿Cómo Anne me había propuesto? ¿De verdad era la forma adecuada?

Vi como se dirigía a mí con pasos cortos y tímidos, sus manos estaban unidas por delante de su cintura.

Se sentó a mi lado y, ahora sus manos, rodearon sus rodillas. Mecía levemente su cuerpo mientras yo aún seguía sorprendido.

-Hola. – Me dijo con una sonrisa.

La miré algo sorprendido aún y algo dentro de mí me incitó a que la mandase una sonrisa. Estiré mis labios y la sonreí. Demasiado falsamente.

-Soy _____.  Ayer no tuve tiempo de presentarme.

De nuevo la miré y la sonreí vagamente. Las falsas sonrisas se apoderaban de mí. ¡Ya sé cómo te llamas!

-Y, bueno, serás mi profesor, ¿no? – Preguntó.
-Creo que está bastante claro. – Contesté.

Sí, conteste exactamente como le hubiera contestado a un chico que acababa de conocer. Mi frialdad con las personas desconocidas era algo que llevaba en la sangre, con ella no podía ser menos. Y más, si seguía el consejo de Anne. Debía de ser como era.

La chica miró a su alrededor entendiendo que yo no era una persona de muchas palabras con desconocidos. Continuó con su mecedura de cuerpo y yo uní mis manos para desahogarme retorciendo mis nudillos.

Anne entró por el salón con un cubo y una fregona y empezó a escurrirla para pasarla por aquel zumo que _____ acababa de derribar. Ella se levantó del sillón y yo aproveché para sacar el móvil.

Cuando levanté la cabeza me di cuenta de que Anne y _____ estaban hablando  mientras mi novia fregaba. Me alivié por un segundo.

Esto no iba a ser nada fácil, y menos sabiendo que la chica con la que me tocaba ejercer de profesor era algo rara, torpe y un poco cría.


¿Qué podría salir de aquí?

5 comentarios:

  1. Dios esta genial!Siguela cuanto antes y porfi no tardes tanto como la otra vez aunque no te lo tomes como presion.
    Chao y besos.x

    ResponderEliminar
  2. looooooooool!!! me encanta!!!!! tu novelas es guayyy!!!!! siguelaaa!!!!!

    ResponderEliminar
  3. Ahhhh siiguela pronto no me dejes tanto tiempo sin otro Cap Pleased :3

    ResponderEliminar
  4. Me he leido la primera temporada en un dia, y me esta encantando la segunda temporada, sigue pronto, porfavor
    Besos<3

    ResponderEliminar
  5. Necesito mas pprfavor hoy me he acabado la primera temporada y ya empece con esta, SUBE PORFAVOR LO NECESITO
    @OnlyAuryners

    ResponderEliminar