Capítulos de la primera temporada: http://nobodycomparesatyou.blogspot.com.es/2013/01/capitulo-5.html ; http://nobodycomparesatyou.blogspot.com.es/2013/01/capitulo-6.html
*
La chica subía la mirada poco
a poco. Parecía tener miedo de lo que fuese a pasar.
Sin embargo, la dulzura
permanecía corriendo a toda velocidad y sin frenos por mis venas. La mirada de
esa chica me ganaba.
Pero, ¿Qué diablos hacía
pensando en algo como eso?
-Me acabas de empapar. – Me
quejé.
-Ha sido sin querer. –
Contestó.
-¿Qué haces aquí?
-Podría decir lo mismo.
¿Podría decir lo mismo?
¿Acaso ella me estaba dando de clases de matemáticas o estaba haciendo el
ridículo diariamente en algo que no tendría por qué incumbirle?
-Al final no me hiciste caso
y saliste.
-¿Desde cuándo eres tú el que
me da órdenes de qué tengo que hacer? – Me preguntó.
Sus grandes ojos se
deslizaron de nuevo a mi mirada, arrastrando sus grandes y maquilladas pestañas
tras ellos. Sonreí inevitablemente. Su dulzura había ganado la batalla.
Ganaba a Niall Horan. ¿Qué
tipo de brujería tenían sus ojos?
-¡______! – Exclamó un chico.
- ¡Vamos!
-Ya voy. – Contestó ella.
Me quedé algo desconcertado.
Anne me había dicho que su hermana no salía con nadie. ¿Y ese chico entonces quién era?
-Mejor voy a pedir a alguien
una camiseta de recambio… - Dije.
-Bien.
-Hasta luego.
Empecé a esquivar a gente y,
de nuevo, avisté a Tom y Jordan. ¡Por fin!
Los chicos me miraron con el
ceño fruncido al darse cuenta de que tenía la camiseta empapada de refresco.
Encogí mis hombros y continué mi camino.
-¡Niall, Niall! – Exclamaron
detrás de mí.
Me giré. De nuevo era ______.
Parecía estar sofocada y cansada de esquivar gente para decirme o hacerme saber
algo.
-Disculpa por… mancharte. –
Dijo.
Su gesto tan inocente hizo
que no pudiese evitar endulzarme de nuevo. ¡Y me daba rabia!
-No te preocupes, se secará
antes de que me vaya. – Dije, como un idiota.
La sonreí y antes de seguir
humillándome más, di media vuelta y continué mi camino, terminando donde
estaban mis dos amigos.
-Vámonos fuera. – Les sugerí.
Los chicos asintieron con la
cabeza y todos emprendimos camino.
-¿Qué te ha pasado? – Me
preguntó Jordan.
-Me han tirado un refresco. –
Dije.
-¿Quién? ¿La chica con la que
hablabas? – Preguntó Tom, rodeándome el cuello con su brazo. – Dime, ¿Quién era?
Le miré y, aun que la música
estaba alta, escuché lo que me dijo a la perfección.
-¿Acaso te gusta? ¿Quieres
que hablemos con ella? – Preguntó de nuevo.
-¿Estás loco, Tom? –
Protesté, soltando su brazo de mi cuello.
Salimos al porche en el que
había unas escaleras que llevaban a un pequeño pasillo, el cual conducía al
exterior de la calle.
Atravesamos la pequeña
carretera y llegamos al coche donde estaban todos los demás.
-Aparte de que tengo novia,
esa es una niñata. – Dije.
-¿Quién es una niñata? –
Preguntó Zayn.
-Una chica de ahí adentro. –
Contestó Tom. – Estaba demasiado cerca de Niall cuando le encontramos por fin.
-¿Qué te ha pasado? –
Preguntó Zayn cuando se fijó en mi camiseta.
-Un accidente con una bebida.
– Informé.
Me apoyé en el capó y empecé
a jugar con mis pulgares. ¿Qué hacía ella aquí? ¿No me podía haber encontrado a
alguien que no fuese _____? ¿O no podría haberme tirado el refresco otra
persona?
Su mirada me martirizaba.
Quizás fuese porque me recordaba totalmente a la mirada de Anne, y no tuviese
más explicación. Sin embargo, lo único que sabía a ciencia cierta era que
escalofríos se apoderaban de mí cuando miraba sus ojos.
-Oye, Niall. – Exclamó Tom.
-¿No era esa la chica con la que hablabas dentro de la casa?
Subí la mirada y encontré a
la chica bajando las escaleras del chalet. Fruncí el ceño y asentí.
-¿Esa no es la hermana de tu
novia? – Preguntó Zayn.
-Lo es. – Dije.
-¡¿Es la hermana de tu
novia?! – Exclamó Tom viniendo hacia mí.
-Sí, tío. ¿Algún problema? –
Contesté.
-¿La niñata? – Volvió a
preguntar Tom.
-Sí, la niñata. – Contesté.
-Vamos a reírnos un rato.
Jordan, baja la música. – Sugirió Zayn. - ¿Cómo se llama?
Miré a Zayn y él me asintió
con la cabeza para transmitirme confianza.
-______. – Contesté.
-¡_________! – Exclamó el
chico.
Ella no se giró y continuó su
camino, incluso apresuró el paso. ¿Habría hecho bien en decirle su nombre?
Vi como Zayn insistía, y al
fin ______ se giró. No parecía muy contenta, quizás se habría enfadado con
alguna amiga suya.
La discusión entre ambos
continuaba.
-¿Eres gilipollas? – Exclamó
la chica.
Su grito se pudo escuchar
desde donde me encontraba.
Alguien se encargó de
bajar del todo el volumen del coche.
-¿Qué pasa? – Preguntaron.
Fruncí el ceño y observé como
Zayn escupió a _____. Mi gesto no daba abasto para comprobar que lo que estaba viendo era cierto.
El chico se dio la vuelta y
emprendió camino hacia nosotros, con una radiante sonrisa. Mi gesto era de
total sorpresa. ¿Cómo diablos había hecho eso?
_______ fue detrás de él.
-Si eres tan machito, ¿qué
haces escupiendo a tías? – Dijo la chica.
Todos
nos sorprendimos, yo sobre todo. Mientras los demás daban baza a la pelea, yo
pensaba en como intervenir. Tenía que hacer algo.
-¿Qué
quieres? ¿Más pelea? A dentro tengo tías que no se andan con rodeos y te dejan
la cara plana. - Advirtió Zayn.
Mientras
yo seguía pensando en qué hacer, observé como ______ susurró algo a Zayn que yo
no logré escuchar.
-Llamad
a las chicas. A ver qué tal se las apaña. – Ordenó Zayn.
Este
era el momento.
-Eh.
– Dije, alejándome del capó y acercándome a ellos dos. –No te pases, tío.
Mis
amigos se quedaron sorprendidos mientras mis pasos cada vez eran más rápidos.
Zayn me miraba desconcertado.
_____
se retiró de mi lado para dejar que me pusiese delante del chico.
-Te
has pasado, Zayn. – Dije.
-¿Qué
después de llamarle niñata la defiendes? – Exclamó Zayn, fingiendo estar
ofendido.
-No
hace falta que me defienda nadie. Se hacerlo yo solita. – Contestó ______.
-Cállate,
_____ . – Le ordené. – Y tú, Zayn. Vete a meterte con chicas más de tu edad,
porque eso de meterte con gente más pequeña que tú, y encima chicas, algo
patético sí que es.
Estaba
defendiendo a una chica de mis amigos. Pero no a una chica cualquiera; Estaba
defendiendo a la hermana de mi novia, etiquetada como mi cuñada.
-Tío,
¿qué haces defendiendo a la niñata esa? Enserio, aléjate de ella. – Dijo Zayn.
_____
se encontraba en mi espalda, resguardada de él. De mi amigo. No sabía si estaba
haciendo lo correcto, pero sabía que mi instinto me había gritado dejándose la
voz que _____ necesitaba mi ayuda, y me imaginé por un momento sus ojos
expresivos y brillantes tapados con sus preciosas y cuidadas manos por el
miedo, y no pude evitar sobreponerla ante mi amigo.
Y,
mucho menos, me podía permitir el lujo de perder a Anne por algo así.
-Deja
de decir a todo el mundo lo que debe de hacer y preocúpate de ti primero. – Contesté.
Zayn me miró con gesto
desconcertado. Lo que había hecho no era lo correcto.
Cogí del brazo a la
chica y empecé a tirar de ella para continuar caminando. ______ se dejaba
llevar sin ningún tipo de queja.
Me imaginé a Zayn con
el ceño fruncido y con rabia en sus venas, pero era lo que menos me importaba
ahora mismo. Lo único que quería era alejar a ______ lo máximo posible de él, y
alejarme a mí mismo de problemas en los que ______ me podría envolver.
-Prefiero
que olvides todo lo de esta noche. – Decidí decir, para aclarar las dudas.
-¿Olvidar?
– Preguntó ella.
-Seguro
que te quedaste con mala imagen de mi e irás a contárselo a tu madre.
-¿Estás
loco? – La chica rió y mostró una expresión que no conocía. Era igual de guapa que Anne. – No pienso decirle nada.
-No
me perdonaría perder a una chica como tú hermana por culpa de mis amigos. – Confesé.
La chica pareció
cambiar el gesto completamente. Su sonrisa desapareció en cuestión de
milésimas, y parecía recapacitar sobre algo.
-Tranquilo.
– Me dijo. – No haré nada que te pueda hacer daño. Y mucho menos que pueda
poner en peligro tu relación con mi hermana. – Añadió.
Tranquilidad me
recorrió por todo el cuerpo.
-Gracias…
- Decidí decir.
Ella
me sonrió. No sabíamos que decir mientras que en mi cabeza solo existía la
palabra “culpable”
-¿Me
vas a acompañar a casa? – Me preguntó mientras andábamos.
Una
ingenua pregunta, para alguien con sus ojos.
-No
creo que sea buena idea que una chica como tú ande sola a estas horas. –
Contesté.- Y, por cierto. Perdón por llamarte esta mañana niñata…
Creo que aún no te conozco lo suficiente como para juzgarte. A parte, me acabas
de demostrar delante de Zayn que no lo eres.
La
chica se quedó unos segundos sonriente, mientras quizás procesaba que el
estúpido chico que le había intentado dejar mal delante de sus amigos, ahora se
había autoconvertido.
-Debo
de reconocer que pensé de todo sobre ti cuando me dijiste eso de niñata. – Confesó.
– Pero también debo de decirte que esta noche me has demostrado que detrás de
ese chico insoportable y prepotente que parecías ser, se esconde alguien majo.
Sonreí
a su comentario, pero no quise mirarla. No quise tener ningún pensamiento sobre
sus ojos, y sabía que si los míos y los de ellas se encontraban, pensaría algo
fuera de lugar.
Aproveché
la primera excusa que obtuve en un entorno como en el que estábamos; Pero si
algo me caracterizaba, era mi manera de improvisar.
-Debo
de decirte algo yo también. –
Dije.
La chica frunció el
ceño intentando adivinar lo que querría decirle.
-Ya
hemos llegado a tu casa.
-Ah. Sí,
claro.
La sonreí y ella
pareció también hacerlo.
-No
sé si Anne habrá llegado ya… - Me informó.
-Tranquila,
no quiero molestarla. Mañana te veo.
Intenté
no mirarla a los ojos, y me abalancé rápidamente sobre sus mejillas para darla
dos rápidos besos.
-Claro.
– Dijo, después de mi despedida.
La
miré por última vez mientras cogía aire. Me giré intimidado por sus profundos
ojos marrones, grandes, enormes. ¡Oh,
Dios mío! Tenía los ojos más preciosos que había visto en mi vida.
Me di media vuelta y
emprendí camino hacia algún sitio, mientras sacudí mi cabeza y quité esa loca
idea de mi cabeza. ¡Era la hermana de mi novia! No podía tener ningún tipo de pensamientos
parecidos. Con nadie. Y con ella menos.
¡¿Qué diablos me
pasaba con sus ojos?! ¡¿Qué diablos me pasaba con esa cría?!